Los protagonistas Florian y Santiago son oficialmente Jacques y Florian Sánchez, padre e hijo.
El primero trabajó en fotografía, publicidad y edición. La música estuvo presente desde la infancia en este sureño que acompañaba su armónica con una guitarra. Era la época de Bob Dylan y Hugues Aufray. Pero fue el cantautor Georges Brassens quien marcaría la pauta de los artistas de variedades de los años sesenta y setenta. Jacques conoce bien el repertorio del poeta de Sète para interpretarlo ante un público único y precioso. Así, Florian se dormirá cada noche con un sonido más o menos idéntico al del veterano.
El público iniciado, a su vez, descubrió a su nuevo ídolo « el cantante Renaud Sechan, conocido como Renaud », a quien reconoció inmediatamente como el hijo espiritual de Georges Brassens. A los ocho años, Florian tomó clases de piano. Tras cursar estudios superiores en Bruselas, continuó su formación en la SAE.
Más tarde, Jacques y Florian dirigieron a tres artistas en Cuba. Los lugareños tienen dificultades para articular el nombre de « Jacques ». Éste, al no reconocerse en el incierto « Raqués », eligió Santiago. El nombre de la segunda ciudad del país le recuerda sus orígenes españoles.